Mantener un currículum vitae conciso y actualizado es clave en el competido mercado laboral actual. Los reclutadores dedican apenas unos segundos a revisar cada CV, por lo que eliminar información innecesaria o anticuada puede marcar la diferencia. A continuación, te presentamos las prácticas más efectivas en 2025 sobre qué elementos deberías quitar de tu CV para hacerlo más claro, relevante y eficaz para candidatos de todos los niveles, desde recién graduados hasta profesionales experimentados.

Objetivo profesional genérico o innecesario

Incluir un apartado de “Objetivo Profesional” en tu CV solía ser común, pero hoy puede resultar contraproducente si no aporta información específica. Un objetivo laboral vago o demasiado general (por ejemplo: “Mejorar mis habilidades y crecer profesionalmente”) ya no capta la atención de los reclutadores. Este tipo de declaraciones no le dicen nada concreto al empleador y ocupan un espacio valioso. En lugar de un objetivo genérico, es preferible usar ese espacio para un breve resumen profesional con tus habilidades o logros más relevantes, adaptados al puesto al que te postulas. De esta manera ofreces una propuesta de valor específica en vez de una meta trivial que el reclutador ya da por supuesta (conseguir el empleo).

Palabras de moda y frases cliché vacías

Frases como “soy proactivo, multitarea o sé trabajar bajo presión” se han vuelto clichés que no aportan evidencia real de tu valor. Incluir una larga lista de supuestas cualidades personales (trabajador, responsable, dinámico, etc.) sin ejemplos concretos puede restarle credibilidad a tu CV. Los reclutadores buscan datos y logros tangibles, no adjetivos vacíos. Por ello, elimina las palabras de moda y describe en su lugar situaciones donde demostraste esas habilidades. Por ejemplo, en vez de decir que eres “líder nato”, menciona un logro específico liderando un proyecto. Evitar estos lugares comunes hará que tu currículum se sienta más auténtico y sustancial.

Datos personales innecesarios

Ciertas informaciones personales ya no tienen cabida en el CV moderno. Detalles como tu edad, fecha de nacimiento, estado civil, número de identificación o dirección completa son datos irrelevantes para evaluar tu capacidad profesional. Peor aún, pueden abrir la puerta a sesgos o discriminación inconsciente por parte del empleador. No incluyas en tu currículum:

• Fecha de nacimiento/edad
• Estado civil (soltero, casado, etc.)
• Número de hijos u otras referencias familiares
• Dirección postal completa (basta con ciudad y región)
• Nacionalidad o número de documento de identidad (DNI, RFC, etc., salvo que se solicite expresamente)

Hoy en día la dirección postal ya no es necesaria, pues casi toda la comunicación es digital. Del mismo modo, no se requiere indicar tu edad, nacionalidad ni situación matrimonial. Estos datos no aportan valor sobre tus cualificaciones y pueden ser sensibles; de hecho, en muchos países ni siquiera se permite a los empleadores preguntar por ellos. Limítate a incluir nombre, email profesional, teléfono móvil y si lo deseas un perfil de LinkedIn o portafolio en línea. Todo lo demás, elimínalo para centrar la atención en tu experiencia y habilidades.

Fotografía del candidato (¿incluirla o no?)

Salvo que la oferta de trabajo o la cultura local lo requiera, evita adjuntar una foto en el CV. Cada vez más empresas prefieren CV sin fotografía para prevenir posibles sesgos de discriminación. En muchos países no es costumbre incluir foto en el currículum y hacerlo puede incluso hacer que tu candidatura sea descartada automáticamente. Además, una imagen ocupa espacio valioso que podrías aprovechar para destacar logros o habilidades. Lo que importa es lo que sabes hacer, no tu apariencia. Si deseas dar visibilidad a tu aspecto profesional, es mejor mantener una foto en tu perfil de LinkedIn, no en el CV. En resumen: no pongas foto en tu CV a menos que sea habitual en tu país o requerida para el puesto; evitarás ser descartado por algo ajeno a tus competencias y ganarás espacio para información más relevante.

Habilidades obsoletas o demasiado básicas

Evalúa cuidadosamente la sección de habilidades en tu currículum y elimina aquellas que ya no estén actualizadas o no aporten valor real a tu perfil. Conocimientos técnicos o competencias que ya no se utilizan en tu industria podrían indicar falta de actualización profesional. También debes evitar incluir habilidades generales o básicas que se asume cualquier profesional ya posee.

En su lugar, resalta únicamente aquellas competencias técnicas o especializadas que aporten valor real al puesto que buscas. Realiza periódicamente una evaluación objetiva de esta sección para asegurarte de que refleje siempre tus capacidades actuales y relevantes para el mercado laboral actual.

Experiencia laboral muy antigua o irrelevante

Tu CV no debe ser un listado exhaustivo de todos los trabajos que has tenido a lo largo de tu vida. Los reclutadores se enfocan en tu experiencia más reciente y relevante, por lo que generalmente basta con incluir los últimos 10 a 15 años de trayectoria laboral. Salvo en casos puntuales –como un puesto de hace más de una década que resulte especialmente relevante para la nueva oportunidad–, elimina la experiencia laboral de hace más de quince años. Incluir empleos muy antiguos puede dar una imagen desactualizada y dispersa. De igual modo, filtra cargos irrelevantes para el puesto actual: por ejemplo, aquel trabajo temporal de estudiante que nada tiene que ver con tu campo profesional. No temas dejar huecos explicables en tu historial si con ello logras un CV más enfocado. Recuerda que calidad es mejor que cantidad: es preferible mostrar en detalle 3 o 4 experiencias recientes de peso que agregar 10 entradas de poca relevancia. Depurar la experiencia antigua ayuda a que brillen los logros que sí importan para el empleo al que aspiras.

Describe logros, no tareas

Evita enumerar largas listas de tareas o responsabilidades rutinarias en tu currículum. Los empleadores en 2025 valoran los resultados concretos y medibles que has logrado en tus puestos anteriores. En lugar de describir funciones generales, destaca tus aportes específicos usando datos y verbos de acción que muestren claramente cómo impactaste positivamente en tus empleos anteriores. Enfocarte en logros reales aumentará notablemente la fuerza y credibilidad de tu CV.

Pasatiempos e intereses no relacionados

Incluir una sección sobre hobbies en tu CV es opcional y debe hacerse con cuidado. Evita mencionar aficiones que no estén relacionadas directamente con el puesto, pues distraen y no aportan valor profesional. Limítate a incluir intereses personales solo si estos fortalecen tu candidatura o están claramente alineados con la posición a la que aplicas.

Referencias laborales

No es necesario incluir referencias laborales ni datos de antiguos supervisores en tu CV, a menos que la empresa lo solicite explícitamente. Estas se entregan generalmente más adelante en el proceso de selección. Omite también la típica frase “referencias disponibles a solicitud”, pues se considera innecesaria. Enfócate mejor en destacar tus logros profesionales.

Expectativa salarial

No menciones tu expectativa salarial en el currículum a menos que la oferta de empleo así lo pida. Este tema debe abordarse durante etapas posteriores del proceso de selección, como la entrevista o la negociación salarial. Mantén el enfoque en demostrar tu valor profesional sin incluir datos económicos que puedan perjudicar tu candidatura prematuramente.

En un currículum moderno, menos es más. Cada apartado y detalle incluido debe sumar valor y acercarte al puesto que buscas. Elimina todo lo que resulte redundante, irrelevante o desactualizado, y tu CV ganará en claridad y eficacia. Recuerda adaptar el contenido en función de la oferta: un CV bien enfocado y limpio de “paja” destaca tus fortalezas reales y demuestra profesionalismo. Siguiendo estas recomendaciones actuales —desde quitar información personal innecesaria hasta enfocar la experiencia en logros relevantes— lograrás un currículum vitae más potente y alineado con lo que los reclutadores quieren ver en 2025.
¡Manos a la obra con la depuración de tu CV! Tu próxima oportunidad laboral podría depender de esos pequeños grandes cambios.